Desde niña…siempre soñadora,
he puesto alas a todo pensamiento,
ahora vuela libre por el firmamento
cargado de colorida palabra.
Basta un sonido, una forma,
una sonrisa, una lágrima
para cobrar sentido y escribirla
sin dejar de compartirla.
Poesía el mundo la llama,
pero es poesía del alma
que acunada quiere salir
y como mariposa volar.
¿Qué te gusta?
¡Sí, qué te gusta!
Pero más me gusta a mí,
que la escribí.
He dejado de ser niña,
aún sigo con mis sueños
albergando recuerdos,
escribiendo versos.
La vida se va y se aleja,
solo los versos como actor
actúan en el corazón del lector,
que en sus labios les aloja.
Autora: Doris Carvajal, Ecuador