La paleodieta se originó en Estados Unidos (sin cerales, legumbres o lácteos; y abundante en alimentos de origen animal y también vegetal). Se ha extendido por Europa; en el caso de España, se entiende como un incremento en la calidad de vida. Por otra parte, expertos en el campo de la salud, aseguran que puede llegar a ser nocivo por la salud seguir esta dieta. En Estados Unidos, el fenómeno ha tomado tanta importancia que se dedican espacios a revistas y redes sociales. Hay una serie de gente que asegura que retornando al inicio de los hombres se hace un avance notable (sobre todo para la salud y su condición mental). El estilo de vida Paleolítico consitía en dormir correctamente, entre 8 y 10 horas , ejercitarse al aire libre y gestionar el estrés, entre otras cosas.
Expertos que han estudiado la dieta, se posicionan a favor o en contra normalmente, pero Mireia Porta la ha analizado y se posiciona neutralmente. Asegura que, si comparamos la dieta standard equilibrada, la dieta Paleolítica es rica en proteínas y, en cambio, deficiente en cuanto a carbohidratos (o hidratos de carbono). Mireia Porta cree que, por lo menos, se promueve una alimentación más natural, con alimentos más frescos y sin procesar. Como consecuencia; menos hidratos de carbono simples, controlar la glucemia y el nivel de aminoácidos y ácidos grasos.
La OMS y la American Heart Association declaran que la base de la dieta debe ser vegetal y no cárnica (ya que no es sano a largo plazo). Mireia Porta lamenta que esta costumbre se haya exportado de América.
Barboza, creadora de una página web relaciona con la dieta Paleolítica, asesora a miles de personas y está a favor del “movimiento paleo”. Está extendida por todo el mundo, y se acepta de forma oficial dentro de la sociedad. Se adapta a la vida cotidiana de los habitantes del mundo.
Existe la tendencia, en el siglo XXI, de buscar productos naturales y sin refinar. Un regreso en el tiempo (irónicamente). Estrellas de Hollywood se han pasado a la dieta Paleolítica, y defienden sus beneficios publicamente. Esto ha creado tendencias y una gran difusión a nivel mundial, más que nunca en la historia. Mucha gente que sigue la dieta, lo hacen practican regularmente deportes en pleno auge como lo son la calistenia, halterofilia o el crossfit. El street workout es un entrenamiento que está pensado para realizarse al aire libre, consistente en improvizar entrenando con los elementos del entorno y soportar el propio peso de la persona que lo efectúa. The New York Times y el diario The New Yorker aseguran que el paleo lifestyle ya es una tendencia y está triunfando allí.
Eduald Carbonell cree que no es lógico querer imitar las formas de vida de la prehistoria, puesto que es otra época de la historia. La ciencia demuestra que algunas de las costumbres que provienen del Paleolítico no son válidas hoy en día. El arqueólogo Eduald Carbonell teoriza sobre el punto de inflexión que fue el descubrimiento del fuego; los horarios se modificaron. También afirma que vivían sin paz, entre estrés y peligros. E. Carbonell diferencia las especies de homínidos prehistóricos para caracterizar sus rasgos físicos propios de cada uno de ellos. Los neandertales eran menos aptos para recorrer largas distancias, y lo sapiens como nosotros lo somos más. Los hombres de entonces vivían muchos menos años, con una esperanza de vida de entre 30 y 40 años (por tanto, 35 años). E. Carbonell cree que la agricultura es el origen de la producción alimentaria a gran escala y la economía alimentaria tan presente hoy en día. Por último, E. Carbonell, se interesa por el entorno natural y el vivir en el exterior, siendo conscientes de que estamos en la época que estamos. Sin embargo, Eduald Carbonell defiende con firmeza la libertar de elección y la mente clara para tomar decisiones. El libro Paleo recetas. La dieta de nuestros orígenes por una vida saludable nos hace pensar en si hoy en día podríamos seguir alimentándonos de la misma forma que lo hacían nuestros antepasados, con alimentos semimanifacturados antrópicamente. Eduald Carbonell, junto a la periodista Cinta S. Bellmunt, pone a disposición de los lectores un libro que enseña la alimentación que seguían los primeros humanos. Extraen información de multitud de yacimientos arqueológicos. Animales y vegetales están presentes en la dieta. Dentro de los macronutrientes aportados destaca la proteína. En el libro se explica cómo cocinarlas en el espacio natural o en una cocina convencional. No se cocían mucho los alimentos, lo mínimo. El cannibalismo también se practicaba habitualmente.
En Amposta se encuentra la sede de Paleotraining Delta, un espacio donde se puede entrenar y realizar la dieta Paleolítica. Afirma, Dani Pegueroles, regente del centro Paleotraining Delta, que la dieta Paleolítica se enfoca al descartar o evitar ciertos alimentos (de aparición más tarde y que a menudo han provocado intolerancias). Un ejemplo son los alimentos envasados y altamente procesados. La doctora y endocrinología Maite Prieto afirma que la dieta Paleolítica no encaja hoy en día con el sedentarismo presente en la sociedad; existe un exceso de proteína debido al poco ejercicio físico realizado. También ataca a las grasas saturadas presentes en la dieta Paleolítica, las grasas de origen animal. Sigue con la crítica, exponiendo que la dieta Paleolítica por lo menos busca el mayor consumo de vegetales y productos de proximidad. Termina diciendo que no es sano excluir alimentos de la dieta propia, como las legumbres, los cerales y los tubérculos.
Por contra, Dani Pegueroles de Paleotraining Delta, está convencido de que al seguir la dieta Paleolítica no se excede la proteína adecuada. También destaca que el entorno lo hace todo variable y relativo.
La siguiente información, que he redactado, ha estado en base a lo que he podido leer del capítulo 7 y 8 del libro La puerta del pasado. La vida cotidiana del hombre prehistórico en la Península Ibérica, Colección Así Vivían, de autoría de Josep M.ª Fullola y Maria Àngels Petit. Los respectivos capítulos han sido realizados con la colaboración de Jordi Nadal (capítulo 7) y Jordi Juan y Victoria (capítulo 8). Los capítulos son De cazadores a campesionos y Alimentación y salud. Hace 10.000 años se dio un punto de inflexión, en el Neolítico, en el que el hombre ponía a su disposición la agricultura y la ganadería. Esto significó el paso necesario para poder depender menos del nomadismo, o, al menos, hacerlo de una forma controlada ya que podían domesticar a los animales y las plantas, haciendo así que la actividad antrópica ayudas a la autosuficiencia de los poblados. A través de los restos óseos encontrados se puede determinar carencias de algunos nutrientes y también diferencias biológicas y fisiológicas (nos ayudan a determinar edad, condiciones de vida, preferencias alimentarias, etc.) Gracias a la arqueozoología ya la arqueobotánica podemos teorizar, en la actualidad, sobre qué vegetales o animales fueron explotados y consumidos por nuestros ancestros prehistóricos.
Con el Paleolítico superior se da un incremento en el abanico de alimentos de la dieta, apareciendo nuevos productos vegetales como algunas hortalizas, y de los animales, leche y derivados lácteos. Representa la posibilidad de poder ser sedentarios, dejar la condición nómada atrás, para poder explotar mejor lo que existe en su entorno.
Por los siguientes párrafos me he leído el capítulo 7 y 8 del libro Tal como éramos. Las sociedades prehistóricas de la Península Ibérica de la misma autoría que el otro libro citado; es decir, Josep M.ª Fullola y Maria Àngels Petit. Este libro es posterior y complementario al otro (creo que se trata de una reedición para sintetizar mejor la información o aportar nueva). El capítulo 7 es de autoría de Jordi Nadal, y se titula De cazadores a campesinos. La autoría de Alimentación y salud, capítulo 8, pertenece a J. Juan y V. Medina.
Los glúcidos y carbohidratos provenían de origen vegetal, la proteína y los lípidos de origen animal, por tanto, así, ya cumplían con gran parte de la necesidad alimentaria para subsistir. También se nutrían de minerales (del agua…) y vitaminas (especialmente frutas). Debemos entender que, en el contexto histórico que hacemos referencia, se dio la evolución no sólo de los homos, sino también de otras muchas especies animales y subespecies. Por tanto, la vaca de hoy en día es el suceso de una adaptación biológica sucesiva que se ha dado con el tiempo. Pero no ha sido sólo naturalmente, sino que nuestros ancestros (y nosotros seguimos haciéndolo y más exageradamente) tomaron partida, es decir, manipularon genéticamente animales y plantas. Lo hacían mediante selecciones y controles (de peso, tamaño, comportamiento, etc.).
Hoy en día todavía se pone en duda si el momento en que los animales dejaron de realizar tareas exclusivamente de obtención de recursos y pasa a tener una funcionalidad diferente como son los trabajos de campo y el transporte, corresponde a la Edad de Bronce o en el Neolítico. De lo que si estamos seguros, es que a partir de entonces se derivaron muchas tareas (y nacen las herramientas que las hacen posibles, por ejemplo, para trabajar el campo; los arados).
Sabiendo todo esto, me planteo si hay tantas diferencias entre las dietas del momento y la propia del Palelítico, Está claro que hemos adquirido más conocimientos, más alimentos modificando de ellos viejos, más producción alimentaria (ya gran escala mundial), más higiene y seguridad a la hora de consumir los alimentos, pero… ¿Podríamos desacostumbrarnos a los excesos que están tan presentes en muchas de las dietas que se promocionan hoy en día?, ¿Seríamos capaces de nutrirnos sólo por necesidad?, ¿Nos puede el deseo de comer?... ¿La gula? Yo creo que las respuestas son obvias; vivimos en una sociedad que nos ha manipulado y también inculcado unos ideales (de todo tipo).
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