Bitcoin
La crecidamente famosa y la que ha despertado la actividad por las criptomonedas. Creada en 2008 por unidad o varios informáticos bajo el alias de Satoshi Nakamoto, está limitada comenzando en sus orígenes a 21 millones de unidades, de las que actualmente hay 17 millones en movimiento. Usa tecnología blockchain, sus usuarios son anónimos, la controla una red de ‘mineros’ que gestiona las transacciones y crea las monedas. Algunos expertos la denominan inmediatamente el “oro 2.0” ya que, si bien es más lenta que otras monedas (solo hace diez transacciones por segundo) y se usa primordialmente como ‘moneda refugio’ para los inversores.
Ether
La segunda de las monedas virtuales en jerarquía conocida como Ethereum por ser el nombre de su plataforma fue creada en 2011 por el ruso Vitalik Buterin. Comparte una característica con bitcoin, que es su movimiento bajo tecnología blockchain. Pero se diferencia en que no existe un término de monedas para sus ‘mineros’, como sí ocurre con la creada por Nakamoto. Funciona a través de smart contracts (contratos inteligentes), unos códigos de programación que democratizan digital mente los acuerdos y por lo tanto aseguran su cumplimiento. Es 50 veces más rápido operar con Ether que con bitcoin (las transacciones tardan menos de 20 segundos en realizarse).
Ripple
Surgida en 2012, es la ‘niña bonita’ de la banca y la tercera criptomoneda crecidamente trascendente. La gran diferencia de XRP se la denomina usualmente Ripple ya que es el nombre de la empresa que la gestiona es que a diferencia de bitcoin no está basada en tecnología blockchain y por lo tanto no está descentralizada, no es independiente, requiere conocer la identidad de quien opera con ella, es muchísimo más rápida que bitcoin (en seis segundos puedes mandar dinero a cualquier lugar) y por todas estas cosas se ve con mejores ojos por el mundo financiero. Dos entidades españolas como Santander y BBVA ya operan con ella. Existen cien mil millones de Ripples pero no todas está en circulación porque la empresa se guarda la mitad en modo de garantía.
Litecoin
Ha sido la hermana pequeña de Bitcoin a partir de su formación en 2011 por Charlie Lee, exejecutivo de Coinbase, la plataforma en la que se adquieren la generalidad de las criptomonedas. Más barata, más ligera (las transacciones se hacen mucho más rápido), más fácil de encontrar (se creó para que en el futuro existan de 84 millones de monedas, cuatro veces más que el límite de bitcoins)… y operable también a través de blockchain. Su superioridad es precisamente la rapidez: procesa sus bloques cada 2,5 minutos en vez de cada 10 minutos.
Bitcoin Cash
Si eres partidario de las series y sabes lo que es un spin-off, el Bitcoin Cash es precisamente eso: una nueva versión del bitcoin (un fork). El 1 de agosto de 2017 se llevó a cabo esta varación y todo aquel que tenía entonces bitcoins, pasó a poseer esa misma cantidad en Bitcoin Cash. Desde aquella fecha, actualmente operan de manera liberal. Algunos expertos la ven como el relevo de Bitcoin, quizás no como valor refugio, pero sí como moneda transaccional ya que permite operaciones más rápidas y con menores comisiones.