Fuego y tierra…
Cubiertos por el aire,
soltamos nuestras alas
al cielo nos remontan.
Fuego en tus ojos de ágata
y en tu corazón chispeante.
Fuego encendido cual fogata,
son tus blandos labios granate.
Cual tierra fértil espero
que seas el labrador furtivo,
que abriendo surcos con avidez,
riegues semilla por doquier.
Somos tierra en plenitud y fértiles,
somos el terreno bajo nuestros pies
que sostiene nuestra sensualidad
y toda nuestra vitalidad.
Somos dos elementos
en manos del Creador,
que alineados sus deseos
amalgamas de la vida somos.
Yo soy la tierra incontenible
y más segura que el pedernal.
Tú el fuego apasionado, emocional
¡Indomable!
Derechos reservados (C) Doris Carvajal, Ecuador